En esta actividad que hemos hecho en clase, coincido con las
características que asignamos a un tutor en mi grupo de trabajo.
Un buen tutor debe tener los siguientes rasgos de
personalidad y competencias:
En cuanto al trato con las personas: debería tener empatía,
simpatía o buen humor, paciencia y cercanía.
Para realizar bien su labor de tutor: deberá ser una persona
responsable, entregada y con cierta vocación, comprometida y que muestre interés
por lo que hace, ser un buen comunicador y ser accesible.
Como valores intrínsecos a su personalidad, decidimos que un
tutor debe ser creativo y tener ilusión.
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